Todos sabemos que los exámenes son la parte más dura de nuestra etapa de aprendizaje, y a menudo, por más que nos esforzamos, no nos sentimos seguros y acabamos convirtiendo el estudio en una batalla llena de obstáculos que nos genera muchísimo estrés. Es normal sentir nervios, pero debemos intentar que nuestro estudio sea lo más productivo posible para lograr un aprendizaje significativo, que es, al fin y al cabo, el objetivo de todo ese esfuerzo.
Hoy queremos proponeros algunas claves para que ese estudio resulte más productivo y gratificante, y que os ayude a conseguir el merecido aprobado:
- RELÁJATE: Aunque a veces los nervios nos jueguen malas pasadas, recuerda que el examen no es más que el último paso para conseguir el aprobado, y que por tanto, todo el trabajo lo tendrás ya hecho para antes del examen. Intenta tranquilizarte, no tomes demasiado café y descansa.
- MANTÉN TUS NIVELES DE ENERGÍA: Los expertos aseguran que la mala calidad del sueño afecta directamente a la atención, la memoria, y por lo tanto, a nuestro rendimiento académico. Intenta descansar y dormir entre 7-9 horas diarias. ¡Eso sí!, no duermas todo el día, y deja tiempo para estudiar.
- CONTROLA TU TIEMPO DE ESTUDIO: Una de las mejores y más eficaces maneras de estudiar para que resulte productivo es controlar el tiempo de estudio. Una buena práctica es la regla de 50-10, es decir, 50 minutos de estudio, 10 de descanso. Verás cómo después de esos diez minutos vuelves con más energía.
- INTENTA LLEVAR UNA VIDA SALUDABLE: Es importante que en tu día a día tengas hábitos saludables. Tanto el ejercicio como una dieta equilibrada te ayudarán a controlar tus nervios y a rendir mejor en tu estudio.
- TÓMATE TU TIEMPO: Es vital que organices bien tu tiempo y sepas cuánto te va a costar estudiar cada materia, de modo que no te ocurra que en el último momento te encuentres con una carga de estudio increíble que difícilmente puedas alcanzar a preparar. Si quieres una buena calificación, no lo dejes todo para el último día.
- ESTABLECE UN PLAN DE ESTUDIO: El orden es fundamental para llevar a cabo cualquier tarea. Intenta crear una rutina y anota tus deberes en un calendario o una agenda. Así podrás recordar todas las fechas de exámenes futuros y saber cuánto tiempo de estudio necesitarás.
- CREA GUÍAS DE ESTUDIO: Antes de empezar a estudiar, redacta un listado con todos los temas que te vayan a entrar en la asignatura. Esto te ayudará a anticiparte y a organizar tu mente, y te preparará para aprender los nuevos conceptos con más claridad, haciendo asociaciones entre los distintos temas de la materia. Del mismo modo, puedes reescribir todos los temas de nuevo una vez hayas terminado de estudiar, para cerciorarte de que entiendes bien cada apartado. ¡Ánimo!
- NUNCA DEJES PREGUNTAS SIN RESPUESTA: No te presentes al examen sin haber resuelto antes todas las dudas que te hayan surgido a lo largo del estudio. Es imprescindible que las resuelvas, puesto que tal vez alguna de tus dudas sea una de las preguntas importantes del examen. En estos casos tienes la opción de preguntárselo a algún compañero de confianza, o sino dirigirte directamente a donde tu profesor, sea en la academia o en clase.
- PLANTEA LA OPCIÓN DE ESTUDIAR EN GRUPO: A menudo hay personas con las que nos sentimos cómodos repasando la materia y compartiendo opiniones acerca de la asignatura. Si eso te ocurre, no dudes en estudiar en compañía de otros. No obstante, si sabes que no te beneficiará, puesto que crees que te puedes distraer, mejor estudia sin tus compañeros.
- HAZ UNA AUTOEVALUACIÓN: Una de las maneras más eficaces de probar cómo de preparado estás para aprobar el examen es realizando una autoevaluación. Puedes pedirle a uno de tus compañeros de clase, a tu hermana mayor, a tus padres, o al vecino que te tome la lección, y así comprobarás lo capacitado que estás para aprobar ese examen.