Las vacaciones de verano siempre tienen un comienzo y un fin, y con su término empieza un nuevo curso que da paso a los nervios, la ilusión o la pereza. Pero no debemos dejar que esta última se apodere de nosotros o nuestros hijos, y tenemos que afrontarlo como una etapa fundamental para llegar a nuestros objetivos más altos. Cada paso a lo largo de este azaroso camino debe ser firme, y como todo, su comienzo también es importante.
Si alguna vez fuiste estudiante, o si a día de hoy estás cursando tus estudios, sabrás que un libro no se escribe en una tarde, o que un proyecto importante no se termina en unas horas, igual que un violín no se construye en dos minutos. Lo mismo pasa con nuestros estudios, y es que aunque alguna vez nos ha salido bien estudiar en una tarde el tocho interminable de la señorita Krabappel, no hay que tentar a la suerte, y lo mejor, sin duda, es anticiparse a lo que pueda venir.
Algo que puedes hacer antes de empezar el curso es proveerte de todo lo necesario para una buena organización: cuadernos, agenda, estuche, subrayadores multicolor, carpetas, folios… todo lo “imprescindible” para empezar con buen pie y con ilusión. Además, tan importante como tu material es tu lugar de estudio, y por ello, recuerda que la mesa de escritorio, llena de polvo y cachivaches que has acumulado a lo largo del verano, debe volver a su ser, a ese color madera tan bonito que tenía antes del 23 de junio.
De todos modos, no siempre las cosas salen tan bien como esperábamos, y a veces necesitamos un pequeño empujón que nos ayude a volver a la normalidad del curso. Por ello, desde Academia Salburua queremos invitaros a que si lo necesitáis, acudáis a nosotros para coger con fuerza este inicio de curso, y desde el equipo os animamos a hacer ese esfuerzo que os llevará a conseguir vuestros objetivos. ¡A por todas! (las asignaturas, claro.)
